Saúl en Español
El Amor siempre
perdona los errores
07-02-16
La humanidad está en un punto
crucial. Es el punto en el cual el equilibrio entre lo negativo y lo positivo,
o más realísticamente, entre el miedo y el Amor se invierte. Por eones la
humanidad ha vivido con miedo que efectivamente es una pantalla de auto
fascinación egoísta que bloquea la Luz del Amor. El Amor es el campo de energía
infinito de la creación en el cual todo lo creado o que será creado tiene su
existencia eterna, no existe otra cosa. El miedo es solo un velo que ustedes
han puesto entre ustedes y esa Luz infinita, colocándose en las sombra. Estar
en la sombra es temeroso porque la Luz es Dios, Vida y su amoroso abrazo sin el
cual nada puede existir incluso por un momento. Cuando tienen miedo, en la
sombra, en la oscuridad, imaginan monstruos que pueden atacar y matarlos y su
imaginación es muy poderosa. Ustedes creen en la oscuridad, la falta de Luz
aunque es irreal y por eso construyen defensas para protegerse a sí mismos y
con esto agregándolas a la oscuridad y a su sentido del miedo.
Separarse a sí mismos de la Fuente
significó resbalar por debajo del velo imaginario y perder la visión de la
Realidad. Desde ese momento, han intentado encontrar el camino de regreso. Pero
se sintieron culpables por haberse separado de la Fuente y temieron que no se
les permitiría regresar. Entonces establecieron muchos cuerpos autoritarios que
fraguaron numerosos rituales para aplacar y apaciguar a Dios que ustedes
creyeron que habían ofendido.
Pero Dios es Amor y el Amor no
puede ser ofendido. Dios se da a sí mismo ilimitadamente, eternamente e
incondicionalmente, esa es su naturaleza y porque son también Amor, son todo lo
que es, ustedes también se dan. Sin embargo el velo ha ocultado la Verdad, la Luz,
el Amor que es Dios, de ustedes. Y debido a que ustedes mismos causaron la
aparente separación de su Fuente están llenos de culpa y miedo.
Dios sabía que eso pasaría cuando
eligieron experimentar la separación de Él, e instantáneamente proveyó el camino
a Casa. El camino a Casa es su conexión inquebrantable con Dios a través del
Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la voz silenciosa interna, el sentido
intuitivo que da sugerencias sabias a ustedes cuando están en silencio y están
abiertos a ellas, sugerencias sobre cómo lidiar con los asuntos que les
preocupan o a sus seres queridos o incluso cómo responder apropiadamente a
alguien durante una conversación.
El Espíritu Santo está siempre con
ustedes listo a ofrecer guía. Sin embargo, a menudo desechan o rechazan las
sugerencias que reciben de Él porque no se alinean con las que sus egos
ofrecen, las cuales a menudo parecen más atractivas en el momento porque al
parecer les traerán beneficios personales – por ejemplo, la satisfacción
derivada de hacer que alguien se equivoque o gane un argumento – pero después
se lamentaron de haber tomado esa elección cuando averiguan que causó daño a
una relación.
El Espíritu Santo siempre les
aconseja a amar, aceptar y a perdonar a otros sin importar la situación ya que todos
son Uno y lo que le hacen a otros, se lo están haciendo a sí mismos. Si se
sienten amados, aceptados y perdonados, los pone felices. La Voluntad de Dios
por ustedes es la felicidad eterna y el Espíritu Santo es su comunicación
personal con Él. Su consejo siempre los guía hacia la paz y la felicidad pero
sus egos disfrutan los conflictos y los dirige hacia ellos. Si siguen la guía
del Espíritu Santo, les traerá paz y seguridad, si siguen la guía del ego,
surge el estrés, el miedo y la desilusión.
Frecuentemente, siguen la guía del
ego porque se sienten menos que adecuados, de poca significancia o temerosos,
defendiéndose a sí mismo atacando a otros o creen que defenderse a sí mismos
contra ellos es algo que su honor demanda.
En verdad que la opinión de otros
de ustedes no tienen sentido. Lo que importa son sus propias opiniones honestas
de ustedes mismos en la cual admiten sus fallas y errores así como su
amabilidad y generosidad. Entonces, habiéndose visto a sí mismos justamente y
honestamente, perdónense a sí mismos completamente por cualquier pensamiento,
palabra o acción que hayan tomado y que los hizo juzgar y no ser amorosos. Como
humanos es imposible para ustedes no cometer errores. Es a través de los
errores que cometen que aprenden y crecen espiritualmente.
Muchas culturas humanas regañan a
sus niños en vez de mostrarles amorosamente que han cometido errores y entonces
mostrarles cómo corregirlos. Como resultado crecen con miedo de cometer
errores, pero sin embargo continúan cometiéndolos y entonces intentan
desligarse de ellos o poner la culpa en otros. (Ven a los niños hacer esto
frecuentemente). Esto es estresante.
Ahora, como adultos, están en
posición de reflejar sus vidas hasta ahora y al hacerlo pueden ver que sí,
fueron tratados injustamente pero también lo fueron los otros, en especial
incluyendo a sus padres y a sus viejos. Se dan cuenta de que pueden ver la
inevitabilidad de la necesidad de una persona de culpar y avergonzar a otros
para distraerse de sus propios errores y desligándose de ellos o proyectándolos
a otros.
Al ver que todos luchan contra
asuntos similares de auto valía y auto estima, pueden empezar a perdonar,
primero a ustedes mismos, entonces a otros. Cuando en verdad perdonan un error
en oposición a la aceptación renuente de eso mientras colocan la culpa, se
encontrarán a sí mismos sintiéndose más en paz y menos propensos a juzgar y
echar culpas ya que amar y perdonar les trae satisfacción y auto aceptación que
no perturba incluso cuando cometen errores y encontraran que pueden perdonarse
a sí mismos inmediatamente.
Es asombrosamente liberador admitir
a ustedes mismos que han cometido errores porque negarlos o justificarlos toma
una gran cantidad de su energía, dejándolos sin fuerzas, deprimidos y
experimentando una poderosa falta de auto valía. También hay un gran miedo de
que sus errores sean descubiertos – probablemente paso frecuentemente durante
su niñez – y se sentirán avergonzados. Cualquier intento de hacer sentir
vergüenza a alguien, aunque sea satisfactorio en el momento, volverá para
perseguirlos cuando ustedes mismos se sientan avergonzados o a través de la
culpa cuando se den cuenta de qué tan poco amoroso es eso.
Si alguien erra y realmente les
importa entonces gentilmente y calladamente atráiganlo a su atención y si es
posible ofrézcanle ayuda para corregirlo. Eso es una actitud amorosa que puede convertir
enemigos en amigos y les traerá una bien ganada consciencia de su propio bien y
naturaleza amorosa. Consciencia de su bondad natural les provee una energía
fresca y la motivación para continuar operando desde su centro divino donde
reside la bondad.
Cada uno de ustedes tiene el poder
para cambiar al mundo cambiando ustedes mismos y muchos están haciendo esto
teniendo diariamente la intención de ser solo amorosos. A veces fallan pero
rápidamente se dan cuenta y renuevan su intención al perdonarse a sí mismos por
cualquier falla momentánea.
Las lecciones principales que se
les presentan a través de sus vidas en la tierra son que se cometen errores y
deben ser perdonados. Si eligen no perdonar, serán devorado por el
resentimiento y la amargura, y entonces les parecerá que son tratados
injustamente y tenderán a desquitarse con otros que intensificaran esos
sentimientos.
El Amor siempre perdona los
errores, de hecho no los toma en cuenta porque son irreales, solo parte de la
ilusión. Solo el Amor es Real. Y en esa Verdad divina deberían regocijarse.
Solo el Amor es Real, cada uno de ustedes es Amor – presentemente encarnado en
la Tierra como humanos – y el Amor es infinitamente auto amoroso. Es Dios, al
Fuente, eternamente amando su Creación que es ella misma y cada uno de ustedes
sin excepción.
Con muchísimo amor, Saúl.
Traduccion: Gustavo T
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